En un contexto de creciente presión regulatoria en Argentina y España sobre el uso y tenencia de criptomonedas, surge la autocustodia de bitcoin como una alternativa para los usuarios preocupados por la privacidad y la autonomía sobre sus activos digitales. Frente a las nuevas normativas que obligan a compartir información con los reguladores, la autocustodia ofrece a los usuarios la posibilidad de mantener el control total sobre sus fondos, evitando así la vigilancia gubernamental.
Argentina: Adaptándose a las Nuevas Normativas
En Argentina, la comunidad de las criptomonedas se enfrenta a la nueva normativa que otorga poderes de supervisión y regulación a la Comisión Nacional de Valores sobre los exchanges y otras plataformas de criptoactivos. Esta regulación ha llevado a muchos usuarios a considerar alternativas para proteger sus activos, surgiendo así la opción de la autocustodia.
La normativa requiere que todas las empresas del sector de los criptoactivos se inscriban en un registro, lo que implica compartir información sensible de las operaciones y clientes con el regulador. Esta situación ha generado preocupación entre los usuarios argentinos, quienes ven en la autocustodia una manera de mantener el control total sobre sus fondos y evitar la vigilancia gubernamental.
La autocustodia implica que los usuarios controlen las llaves privadas de sus monederos, lo que les permite ser sus propios bancos y proteger sus activos de riesgos asociados con las plataformas centralizadas.
España: Respuesta a la Presión Regulatoria de Hacienda
En España, la presión regulatoria de Hacienda obliga a los usuarios de criptoactivos a declarar sus tenencias, tanto dentro como fuera del territorio español. Ante esta situación, cada vez más usuarios españoles están optando por la autocustodia como una forma de evitar estas regulaciones.
El Modelo 721 requiere que los inversores informen sobre los criptoactivos almacenados en el extranjero, mientras que el Modelo 172 establece la declaración de saldos en monedas virtuales dentro de España. Esta exigencia ha llevado a un aumento en la adopción de la autocustodia, ya que los usuarios prefieren mantener el control total sobre sus fondos y evitar compartir información con terceros.
Al mantener las llaves privadas de sus monederos, los usuarios españoles pueden declarar sus activos como parte de su patrimonio, cumpliendo con las obligaciones fiscales sin comprometer su privacidad financiera.
Autocustodia: Una Alternativa para Evadir la Vigilancia Gubernamental
Tanto en Argentina como en España, la autocustodia de bitcoin y otras criptomonedas se presenta como una solución para proteger los fondos de la vigilancia gubernamental y las regulaciones fiscales. Al permitir que los usuarios sean sus propios custodios, esta práctica refleja el deseo de mantener la soberanía e inviolabilidad dentro del ecosistema disruptivo de las criptomonedas.
