La entidad financiera Vast Bank, con base en Oklahoma, ha dado un giro inesperado al desactivar sus servicios de bitcoin y criptomonedas, los cuales estaban en funcionamiento desde hace un par de años. La decisión, anunciada el pasado 31 de enero de 2024, sorprendió a muchos, ya que el banco fue uno de los primeros en incursionar en este campo.
El banco no proporcionó una explicación detallada sobre los motivos detrás de esta acción, simplemente indicaron que era parte de una estrategia para alinear sus operaciones. Sin embargo, cabe recordar que en 2023, la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) de EE. UU. emitió una orden de consentimiento contra Vast Bank, señalando prácticas inseguras relacionadas con la gestión y el control de riesgos.
Liquidación de Criptoactivos en Custodia
Una de las consecuencias directas de esta decisión fue la liquidación de los activos criptográficos que estaban en custodia por parte del banco. Estos activos, incluyendo bitcoin, fueron convertidos a dólares estadounidenses a través de la aplicación de banca móvil de Vast Bank y posteriormente retirados de la institución financiera.
Fin de una Era
Con el cese de estos servicios, Vast Bank pone fin a varios años de ofrecer operaciones vinculadas a la principal criptomoneda del mercado. Aunque en 2021 fue pionero en ofrecer la compra y venta de bitcoin y otras criptomonedas, la presión regulatoria en Estados Unidos ha llevado a algunos bancos, incluso aquellos fuertemente involucrados en el ecosistema, a distanciarse de estos servicios.
Escrutinio Regulatorio
El cierre de los servicios de bitcoin de Vast Bank se produce en un momento en el que el gobierno de EE. UU. intensifica su escrutinio sobre las instituciones bancarias relacionadas con las criptomonedas. El Departamento del Tesoro de EE. UU., esta semana, ha divulgado sus evaluaciones de riesgos, destacando la exposición de los bancos a diversos riesgos asociados con el uso de nuevas tecnologías financieras.
El Tesoro ha argumentado que el empleo de nuevas tecnologías financieras puede exponer a los bancos a riesgos como el crédito, el fraude y la inversión, entre otros, y que es necesario desarrollar nuevas técnicas para identificar, medir, monitorear y controlar adecuadamente estos riesgos.
Además, el Tesoro ha advertido sobre el surgimiento de empresas de criptomonedas, señalando que podrían plantear vulnerabilidades únicas a medida que evolucionan hacia instituciones financieras más tradicionales, como los bancos, y buscan recursos para hacer frente a los riesgos y requisitos regulatorios.