Bitcoin a cualquier precio: la obsesión financiera de Michael Saylor

En medio de una narrativa bullish, Strategy opera al borde del colapso operativo: sin ingresos reales, con deuda creciente y una dependencia absoluta del precio del Bitcoin.

Bitcoin22/05/2025Santiago VivancoSantiago Vivanco
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Desde agosto de 2020, Michael Saylor ha transformado a MicroStrategy —rebautizada recientemente como Strategy (NASDAQ: MSTR; STRK)— en el mayor tenedor corporativo de Bitcoin del mundo. Lo que comenzó como una decisión para preservar valor ante la inflación ha mutado en una maniobra financiera apalancada que hoy presenta riesgos significativos, no solo para la compañía, sino para el ecosistema cripto en su conjunto.

La metamorfosis de MicroStrategy

Originalmente concebida como una empresa de software empresarial, MicroStrategy generaba ingresos mediante licencias y servicios analíticos. Sin embargo, el deterioro de su negocio principal ha sido notable. En 2024, reportó pérdidas de USD 64 millones en su división de software, lo que impide que los flujos operativos financien sus gastos corrientes, mucho menos inversiones especulativas.

Ante esta debilidad estructural, la empresa adoptó un modelo basado en la acumulación sistemática de Bitcoin financiada mediante deuda. A la fecha, posee 576,230 BTC, equivalentes al 2,74% del circulante global, adquiridos a un precio promedio de USD 69.726.

Ingeniería financiera: bonos convertibles y preferentes perpetuas

Para sostener esta estrategia, Strategy ha emitido bonos convertibles desde 2021. En marzo de 2025, la empresa dio un nuevo paso al anunciar la emisión de 5 millones de acciones de su Serie A Perpetual Preferred Stock (STRF), buscando recaudar USD 500 millones adicionales para comprar más Bitcoin.

A diferencia de las acciones ordinarias, estas participaciones no otorgan derechos políticos, pero prometen un dividendo anual del 10%, pagadero trimestralmente en efectivo. El instrumento es perpetuo: no tiene vencimiento y puede convertirse en acciones comunes si estas alcanzan los USD 1.000, una cifra muy superior a los USD 401 actuales.

Este tipo de emisión recuerda a ciertas prácticas durante la burbuja puntocom, cuando empresas con fundamentos débiles accedieron a grandes sumas de capital gracias a una narrativa dominante más que a resultados operativos concretos.

La narrativa como activo: "Hodl para siempre"

Michael Saylor ha sido categórico: "Cada día, durante cuatro años, he dicho: comprá Bitcoin, no lo vendas. Voy a comprar en los máximos, para siempre". La narrativa es clara: Strategy no planea vender su posición, sino continuar acumulando BTC como si se tratara de un tesoro nacional descentralizado.

Pero el problema es estructural: Bitcoin no genera rendimientos. No paga dividendos ni intereses. Y sin ingresos constantes, la única manera de cubrir gastos operativos, sueldos y deuda es seguir endeudándose. Esto convierte a Strategy en un mecanismo de apalancamiento continuo, cuyo éxito depende exclusivamente de que el precio del Bitcoin suba indefinidamente.

¿Un nuevo caso de exuberancia irracional?

Durante la burbuja de las puntocom, MicroStrategy fue una de las compañías sancionadas por manipulación contable. En 2000, sus ejecutivos —incluyendo a Saylor— enfrentaron multas y devoluciones millonarias. Hoy, el patrón se repite: una empresa no rentable cuya valuación está sostenida en una narrativa de innovación.

El principal riesgo es sistémico. Si Strategy entra en dificultades financieras y se ve obligada a liquidar una porción significativa de su cartera de BTC, el impacto en el mercado sería severo. Con 2,74% del total en circulación, su venta forzada implicaría una presión bajista considerable. A su vez, esto podría detonar un efecto dominó en fondos, ETF y otras instituciones con exposición cripto.

 El límite de la narrativa

La estrategia de Saylor es una apuesta binaria: si Bitcoin continúa su escalada, Strategy se consolidará como un actor financiero de peso con una valorización descomunal. Pero si el precio se estanca o cae, la estructura entera podría colapsar.

La pregunta no es solo si Bitcoin subirá, sino si la empresa podrá sostener su modelo sin generar ingresos genuinos. La historia demuestra que las narrativas pueden generar riqueza en el corto plazo, pero cuando se enfrentan a realidades contables y flujos de caja negativos, la lógica del mercado termina imponiéndose.

Como ocurrió hace 25 años, lo que comienza como innovación puede terminar como advertencia.

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