La computación cuántica como un «derecho humano», según Dynex

En un mundo donde las grandes corporaciones buscan controlar las innovaciones tecnológicas, la cofundadora de Dynex, Daniela Herrmann, defiende la idea de que el acceso a la computación cuántica debe ser un derecho universal. Durante la Future Blockchain Summit en Dubái, Herrmann compartió su visión sobre cómo esta tecnología emergente puede ser accesible para todos.

Acceso democratizado a la tecnología cuántica

Herrmann explicó que la computación cuántica tiene el potencial de resolver problemas complejos que antes eran imposibles de abordar debido a las limitaciones de recursos. Desde la predicción del clima hasta la investigación en medicamentos, sus aplicaciones son vastas. Dynex se posiciona como un pionero al ofrecer computación cuántica como un servicio a través de un modelo de suscripción, lo que permite a los usuarios acceder a esta poderosa herramienta.

“Imagina que todos pudieran tener computación cuántica en sus ordenadores personales”, comentó. Esto transformaría la forma en que interactuamos con la tecnología y resolveríamos problemas complejos de manera más eficiente.

Innovación y ética: un compromiso de Dynex

La filosofía de Dynex se centra en la creencia de que la innovación es un derecho humano. Herrmann enfatizó que su objetivo es hacer que esta tecnología sea accesible para todos, y si alguien no puede costear la suscripción, la empresa tiene una división que apoya a emprendedores a través de inversiones.

La intersección de la computación cuántica y blockchain

Herrmann también habló sobre el papel de la tecnología blockchain en la misión de Dynex. La empresa utiliza un sistema operativo descentralizado que asegura la integridad ética del uso de su tecnología. “Blockchain no solo proporciona un sistema de sello de tiempo, sino que también permite la provisión de pruebas”, afirmó. Esto garantiza un uso responsable de la computación cuántica, protegiendo la ética en su aplicación.

Al integrar blockchain, Dynex busca establecer un modelo que no solo democratice el acceso a la computación cuántica, sino que también mantenga altos estándares de responsabilidad y transparencia.